miércoles, 30 de diciembre de 2009

Olvídame tú.

" Podría haberte dicho que me importas, eso y un millón de cosas... pude hacerlo y no lo hice, no se por qué, será porque es más fácil escribirlo... "

Cobarde de mí por hacer que todo esto se convierta en una incógnita sabiendo que el final será estrellarnos contra el suelo. Pero no me vale que me falles, no te quiero por costumbre, de hecho nunca te querré de una manera normal y lógica. Empezamos andando sin pies de plomo y seguimos queriendo que nadie advierta que podemos pegarnos la mayor hostia de nuestra vida. Pero qué te voy a decir yo que siempre voy ocultándome las heridas y el futuro.
Sinceramente no sé por qué sin echarte de menos necesito saber que vas a estar ahí por un tiempo indefinido, quizás mi problema es que no sé echar de menos... Pero se que ese tiempo indefinido es el alma de esta historia y a la vez mi miedo por no poder contabilizar los besos que nos quedan.
Y me he tatuado nuestros días de verano, y aquello que llamé locura en su momento es ahora la sonrisa de mi boca... Esperar aquel toque a las una y media de la mañana, sorprendernos con un mojito en la mano, hacer de aquella cama nuestra excusa para aborrecernos, disfrutar de tus reojos mientras se gastaba gasolina, dejar claro que estábamos juntos aunque llegara el día de despedirnos... y teorizar sobre la vida que nos esperaba despues de haber pasado dos meses colapsando sentimientos.
Pues bien, hoy ya no es Agosto y tampoco estoy morena, hoy llevo ropa de abrigo y mis vestidos están durmiendo en el armario. Hoy no vas a venir a recogerme a la puerta de mi casa ni esta noche voy a cabrearme si te duermes... Sin embargo sé perfectamente que seguimos en el mismo verano que nos ha hecho dependientes de este juego.
Y si quieres que me mienta, me convenceré de que no quiero volver a sentir tu respiración sobre mi espalda...
Pero las mentiras tienen las patas muy cortas y mi coherencia no quiere pelear con la distancia.

16 de Noviembre de 2009.



Parece que el final está esperándonos a la vuelta de la esquina, parece hasta creible que dejarlo es la solución...
Pero te voy a decir lo que me parece... No vas a olvidar ni una noche, no vamos a dejar de querernos, las ganas hay que gastarlas, estrujarlas... y nos daremos cuenta cuando el tiempo nos saque de quicio y nos dé un ataque al corazón.
A la mierda se ha dicho...

30 de Diciembre de 2009

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