lunes, 6 de febrero de 2012

La vida no para. Extraña certeza que obviamos en el trasiego de los días. En la cual sólo reparamos cuando algún motivo te conduce al stop. Entonces sueles preguntarte al borde del ocaso, o del edén, con qué pie traspasar el límite. Y cuando ya lo has cruzado, ese paso crucial viene a ser un pormenor que olvidar en tu nueva libertad, en tu nueva osadía. Vamos valiente.

lunes, 9 de enero de 2012

Brindo

Desprovista de insignias y medallas, me otorgo merecidamente toda la luz del día. Qué más se puede pedir, que ver mucho más allá de lo que da el entendimiento. Brindo, por los tropezones torpes, por la congoja en el alma. Brindo, por los ojos traslúcidos y la amistad de quien mira con ellos. Brindo, por la vejez como juventud eterna, y las cruces tan bien llevadas. Brindo, por todos y cada uno de los que aman la vida, de los que luchan impunemente. Brindo por los que ya se fueron, y por los que con la mirada al frente, se encorajan como el viento, y persisten avivando su recuerdo. Brindo por el arte, por la magia y por los 6 sentidos. Y por supuesto Brindo por el calor de ese humano. Por él, y por mí. Por los miedos, y por saber deshacerme de ellos. Brindo.