sábado, 5 de febrero de 2011

C´est la vie.

Se tambalea, aunque cueste creerlo, el impulso oculto que no se aleja de tu puerta.
Se tambalea, la capacidad de redimir aquellas trampas que tanta falta hacen en la vida.

La sonrisa firme siempre hizo de amortiguador, en algún intento de escapismo y manta.
Y no, no fue en vano.
Pero ya quedan muy pocos remedios con dosis antivirales de desastres oportunos.
Como la botella de champán, cuando explota…
Esta es la realidad.El tiempo pesa hasta en las piedras.

Sin embargo, hay que dejar una sección de memorias y olvidos, de escalones derrotados.
La que ahora es atea de su suerte, algún día los subió de dos en dos.


La teoría de la relatividad, relativa y suya,
la manera de insignificar la palabra imposible,
las toallas que nunca cayeron…



Cómo pasa el tiempo.