miércoles, 24 de marzo de 2010

Intensa frialdad.

Tienen tantas deudas con los cánones acuñados a cada aspecto, tanta preocupación por dejar huella en cada reunión…

Entonces claro que ella es fría. Porque no siempre tiene la respuesta que esperan, porque no va acorde con el estado de ánimo que está estipulado a cada sentimiento. Porque habitualmente saldrán de su boca justo esas palabras que ellos no quieren escuchar. Hará lo más extraño cuando la situación tiene un fin comúnmente asociado. Andará buscando suspiros que nadie entienda, no palabras con significado.


No llora abiertamente, es conformista, nunca encuentra suficientes motivos para enfadarse, te ayuda y te apoya sin verbos ni sujetos. Hace que los días pasen con la sonrisa de oreja a oreja aunque te haya contado el desastre que está viviendo. Entonces ellos reclaman un gesto por su parte, porque claro, lógicamente HAY que enfadarse, HAY que llorar si estas triste, HAY que reír en el momento oportuno, y esa mirada perdida y vaga sólo muestra indiferencia y pasotismo. Claro, es verdad, HAY que tocar el alma de las personas con un abrazo. HAY que ponerle escena a cada sentimiento, sino es que no te corre sangre por las venas.
Sin embargo toda esta gente tan sensible y consciente del mundo en el que viven no ven más allá de lo que ven sus ojos...


Si les diera un vuelvo al corazón con una cotidiana imagen de un hombre paseando con la cabeza agachada mientras se dirigen a la facultad.



Si observaran la heterogeneidad de razas y colores de ojos que entrar en el metro y les diera por sonreír reflexionando sobre lo irrepetible y única que es cada persona.


Si escuchando dos palabras dichas sin pensar les diera un subídón de adrenalina por la magia que puede llegar a transmitir esa espontaneidad…


Si retuviesen muy dentro, hasta el punto de sentirse totalmente satisfechos, cada mañana que abren los ojos y ven que siguen en el mundo…


Si les pareciese grandioso tener el don de admirar cómo vivimos en un ciclo de emociones en el que la alegría y las ganas de vivir inundan hasta el más oscuro recuerdo...

Si les diera un ataque de arte con una simple canción...


Si disfrutasen de los palos que da la vida por hacerles ver lo humanos que son…


Si apreciasen la sensibilidad como otro órgano vital y no como una carta de presentación…


Si dejaran por un momento de asustarse si no expresan lo que piensan y sienten como les pide el mundo, entonces llegarían a entender que sus besos, sus abrazos, sus mensajes, sus llamadas, sus conversaciones no son más que una estúpida razón para que su alrededor tenga pruebas de lo que llevan por dentro.
Disfrazarse es aún más frío que no explicar que siente el corazón.


Pero siempre le darán más valor a lo visible y tangible, que a la piel de gallina y al bombardeo de latidos que nunca alcanzará su vista…





martes, 9 de marzo de 2010

aluaP

Lánzate de un salto, viene una ráfaga de vida nueva.
Los miedos al escondite, los errores a la papelera de reciclaje, y tu risa que surja con un simple roce de aire...

Que el mañana seguirá siendo una incógnita perversa, que tus hipótesis no van a cobrar vida por mucho empeño que le pongas.
Quédate en aquel lugar donde eres féliz, en aquellos sueños que puedes tocar. El camino está hecho de pequeños retos, con piedras, soluciones, y con la suerte que construyas en tus manos.

No será la primera ni la última vez que el corazón te pida tregua, a veces se nos antoja volver a ser aquella semilla recien plantada, sana, inocente, pura...
Y no hay mayor premio que hacerse cada día mas humano con los recuerdos de cada historia. Nada muere, sino que todo se transforma. Tu historia, vuestra historia, ahora vive sonriente en algún recoveco de tu mente.

Seremos lo que nos guíe el paso del tiempo. Pero hoy, somos, tenemos y vivimos. Deja al futuro tranquilo, saborea los pálpitos que te golpean en este mismo instante.

Vuelve a echarme todo el agua encima, vuelve a reir hasta que te duela el cuerpo. Le has ganado la batalla al silencio. Has conseguido vivir aquel cuento tal y como te pedían tus sentidos.

Ahora prepara el cuerpo, quedan mil historias más...