lunes, 17 de enero de 2011

3

Hay cosas que nunca seré capaz de decir.
Cosas que vienen a derretirse, a fundirse con unas ganas impacientes de pasar mi vida en tus abrazos.
Y entonces tiemblo,
por no saber hasta que punto el corazón, podrá convertirse en honorabilísimo esclavo de tus días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario